La partida

Hoy le dije a Jaime que lo quería y parece que no se esperaba algo así.
Por alguna razón, hoy me siento más sensible y puedo decirle a la gente que le quiero. Son pocas las personas que significan algo en mi vida, Mi Madre, Jaime, Angela, Salvi, Keila, Abuela... no por ser insensible sino por miedo...
Mi padre... llevamos años en una relacion amor/odio
Tal vez... todavía es la hora en que no nos entendemos y mi rencor y yo nos negamos a dejarle un espacio, pero bueno, el se lo buscó.
Tantos años detras de un maltrato emocional, no físico sino puramente psicológico. Cuan malo es aferrarse a algo que lamentablemente se irá... mi abuelo se fué, mi padre en algun momento se fué emocionalmente y eventualmente me abandonará fisicamente.

Yo, me iré y cada día presiento que esa fecha es más cercana. EL sentir que alguien te susurra diariamente tu día y tu hora de partida te llena de ansiedad, una ansiedad que lamentablemente no se representa de forma positiva, sino que tal vez sería un buen ejemplo de patología. Porque las voces que siento amenazan con arrebatarme cada cosa preciada que llevo dentro y aun así, yo, me siento impotente ante la idea de perder lo único a lo que me he aferrado. Esa idealización de un amor, que tan solo un puñado de personas pueden comprender y otras, que intentan decodficarlo, daña y lacera cada instante en el que vivo...
Lamentablemente, les quiero y en algún momento terminaré partiendo como alguna vez lo hizo Abuelo y Cesar...