Oda a la hemorragia.
Tengo voces que funcionan como escopetas.
Suerte de fusil que lacera cuerpos recónditos
Balas ametrallantes que con cada martillazo tempánico retumba en vidrios rotos
Unas
dos,
tres,
cuatro
veces que se hacen
al suelo,
al polvo,
al olvido
Linealidad frívola que cauteriza cada centimetro cùbico por el cual traspaza,
Por el cual rompe,
viola,
penetra ,
Desangra :
con cada latido escupen verdades a medias,
como arteria desenfrenada que golpea sobre nervios rotos
atraviesa organos, cavidades, sentimientos, pensamientos y cierta cantidad de espasmos nauseabundos que brotan de la vertiginosa caìda.
De esa nociòn de vacío extenuante que corre como llama biliar incendiando mis entrañas que
arden
flameantes
incinerantes que dejan en la nada un cuerpo. (mío)
Punto.