A ti...
Resbalo por tu cuerpo, como por fuerza divina
Sobre tu cuerpo cálido y dulce,
Recorro cada centímetro como un viajero extraviado
Que se pierde en la cercanía de tus caderas a las mías
Y al unir mis labios a tu vientre exaltado,
me recuesto en tu respiración que se convierte en sinfonía.
Hago camino entre tus negros cabellos imponentes en la caída de tu cuello
Y sobre el monte escarpado de tus pechos, la llegada del lenguaje se
Hace eterna, donde tan solo mis jadeos con los tuyos son susurros de te amos.
Sobre tu cuerpo cálido y dulce,
Recorro cada centímetro como un viajero extraviado
Que se pierde en la cercanía de tus caderas a las mías
Y al unir mis labios a tu vientre exaltado,
me recuesto en tu respiración que se convierte en sinfonía.
Hago camino entre tus negros cabellos imponentes en la caída de tu cuello
Y sobre el monte escarpado de tus pechos, la llegada del lenguaje se
Hace eterna, donde tan solo mis jadeos con los tuyos son susurros de te amos.